Calor

Cómo aprovechar el calor del sol

Todo el mundo sabe que si nos metemos dentro de un coche de color negro con las ventanillas cerradas y lo aparcamos al pleno sol, al poco tiempo, el calor será insoportable. Ese es básicamente el principio simple que hace funcionar a una placa solar térmica.

El sol calienta una chapa de cobre negra encerrada tras un cristal y ese calor se transfiere a unos tubos rellenos de agua. El agua caliente finalmente pasa a un depósito lista para su uso. Todo el conjunto se estudia y diseña para tratar de absorver la mayor parte del calor posible minimizando las pérdidas.

El agua caliente, "pesa" menos, por eso sube dentro de la placa y se crea una circulación natural que hace llegar todo el agua caliente hasta el depósito cerrado y aislado situado en la parte superior. Es el llamado efecto "termosifón".


Resultados en nuestras casas y empresas

La mayoría de las placas solares contienen todo este conjunto integrado, colector más depósito y tienen un buen rendimento aprovechando gran cantidad de la energía del sol. En Andalucía, por ejemplo, con este clima favorable y el sol radiante que tenemos, podemos ser capaces de calentar en los meses buenos 100 - 150 litros a 45ºC por día para cada 2m cuadrados de superficie de placa instalada, teniendo agua caliente gratuita para nuestro disfrute.

La placa solar termosifónica es muy fiable y funciona automáticamente produciendo agua caliente por sí misma durante muchos años sin que tengamos que hacer nada.

El agua caliente no sólo se usa para tomarse un baño relajante gratis, o para abrir el grifo y lavarse gustosamente con agua templadita sin pagar un céntimo, sino que también se puede utilizar para la toma de agua de la lavadora y lavavajillas, haciendo que estos electrodomésticos gasten muy poco ya que no tienen que utilizar tanta energía para calentar el agua.

Este es un uso que se conoce poco, ya que seguramente tendremos que adaptar los grifos de la cocina a la nueva situación, al ser normalmente de agua fría las tomas de los electrodomésticos. Pero con el tiempo veremos el importante ahorro reflejado en la disminución de nuestra factura de la luz.

Si vamos a hacer una obra nueva sería recomendable pensar en este aspecto.

Cuestiones a tener en cuenta

Los días nublados existen, y en una instalación solar hay que tenerlos en cuenta, ya que sin sol no tendremos agua caliente. Por eso, la superficie captadora y el depósito se dimensionan con unos días de autonomía. Aún así, dentro del depósito hay un pequeño calentador eléctrico como apoyo, que se activa automáticamente cuando la temperatura del agua acumulada baja.

Otra cuestión que se pregunta mucho y que hay que dejar clara desde el principio, es que estos colectores solares no sirven para la calefacción, porque en invierno cuando necesitamos la calefacción en casa, tenemos poco calor del sol, y no seríamos capaces de generar temperatura suficiente en los radiadores. Teóricamente se podría, pero necesitaríamos un montón de colectores, mucha superficie disponible, a un costo muy alto y con un elevado mantenimiento. Por eso no son recomendables los colectores planos para calefacción.

Sin embargo el uso de la energía solar para la calefacción es tan atrayente que se están intentando buscar soluciones. Otro tipo de placas solares , los colectores de tubos al vacío , en conjunto con una instalación de suelo radiante podrían resolver el problema. La cuestión es el elevado precio, lo delicado de estos dispositivos y el necesario mantenimiento regular especializado.

El ahorro y la rentabilidad

Una pequeña instalación de energía solar para el agua caliente supone la mejor opción hoy en día y un ahorro muy importante en la factura de gas o eléctrica. El peor trago es el costo inicial de todo el sistema, pero lo mejor es que después tendremos el agua caliente gratis durante muchos años. 

La satisfacción que da el abrir el grifo o ducharse sin pensar en lo que nos cuesta calentar el agua no tiene precio. Una vez tengamos la instalación solar y hayamos sentido lo que es eso nos será difícil volver a pensar en pagar por algo que podemos tener gratuitamente aprovechando el sol. Pero incluso echando cuentas, la amortización del coste del equipo y su instalación se produce en unos pocos años.

El aprovechamiento de la energía solar para nuestras necesidades de agua caliente nos llenará de satisfacción, aumentará nuestra calidad de vida y al final nos vendrá muy bien al bolsillo.

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